Recuerdos que matan.

Por suerte todo está bien. Ayer estaba todo mal. Recibí una llamada inesperada de mi novio, atendí  ansiosa de escuchar su vos pero lo que me dijo me helo la sangre  “Estoy en el hospital, me tienen que operar…” a partir de ahí no escuche mas nada. Pensé que se me iba a morir, que no iba a poder verlo por última vez, abrazarlo, besarlo, decirle que lo amo más que a nadie, rogarle que no se vaya, que se quedara conmigo porque sin él no soy nada. En un segundo ya estaba llorando a mares sin saber siquiera el motivo de la operación, quería tranquilizarlo y decirle que todo iba a estar bien pero miles de imágenes horribles me cruzaban la mente y mis lágrimas no dejaban de caer. A pesar de el agujero que tenía en el pecho logre calmarme para darle todas mis fuerzas mientras esas imágenes dolorosas no dejaban de atormentarme. Se me estaba muriendo. ¿Qué  debía hacer?¿Tomarme un micro?¿Rezar?¿Llorar hasta más no poder? No hice nada de eso, solo  me quede parada en el medio de la calle sin poder moverme… era muy doloroso intentar respirar sabiendo que él no podía hacerlo. Todo esto paso en apenas 60 segundos y cuando pude reaccionar el estaba en el teléfono esperando que contestara. Intente concentrarme en su voz y solo en su voz pero solo escuchaba el jadeo de mi respiración. Tenía tanto miedo de preguntar, tanto miedo de saber, pero junte todas las fuerzas que me quedaban y pregunte que le había pasado y a continuación recé que no fuera nada grave. “me rompí un dedo” me contesto y casi me caigo del alivio que me produjo saber que no se me iba a morir. En un segundo todas esas imágenes que me atormentaban se esfumaron y dieron paso a palabras de amor y tranquilidad. Desde ese momento me di cuenta que la cabeza de una novia enamorada puede imaginase miles de cosas malas en un segundo con solo pensar en perder a su amado.  Si además de hacerme la cabeza por todo y pensar siempre lo peor ESTOY ENAMORADISIMA. Y bueno que se le va a hacer… el amor es así.